Nueva esperanza por otra posible vacuna muy eficaz para un mundo cercado por el virus
Una nueva luz de esperanza para frenar al coronavirus llegó este lunes con el anuncio de otra vacuna en ensayo con una efectividad de casi un 95%, aunque la realidad por el momento para Europa y Estados Unidos es de cada vez más restricciones ante una brutal segunda ola de la pandemia.
Por Iván Couronne (*)
El primer ministro británico Boris Johnson decidió aislarse tras haber estado en contacto con una persona que dio positivo por coronavirus, mientras en Estados Unidos la espiral de contagios llevó a Chicago, la tercera mayor ciudad del país, a pedir a sus habitantes que se queden en casa.
Entre tantas malas noticias, la empresa de biotecnología Moderna anunció este lunes que su vacuna contra el covid-19 tiene una eficacia de casi un 95%, similar a la efectividad del 90% de la anunciada la semana pasada por la alianza Pfizer/BioNTech.
Esto significa que el riesgo de contraer la enfermedad se redujo en 94,5% en el grupo vacunado con respecto al grupo placebo de su gran ensayo clínico en curso en Estados Unidos, según el análisis de los primeros casos. En la pruebas, 90 participantes del grupo placebo contrajeron el covid-19, frente a 5 del grupo vacunado.
Si este nivel de eficiencia se mantuviera en la población general, se trataría de una de las vacunas más eficaces que existen, comparable a la de la rubeola, eficaz en un 97% cuando se aplican dos dosis, según los estadounidenses Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El mundo espera ansioso la llegada de una vacuna, pero el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este lunes que con eso sólo no bastará para vencer al virus.
“Una vacuna va a completar las demás herramientas que tenemos, no a remplazarlas” declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, en momentos en que los contagios por coronavirus superaron los 54,4 millones en todo el mundo, con más de 1,3 millones de fallecidos, según un balance de la AFP el lunes.
“No hemos ganado al virus”
La vertiginosa propagación del virus en muchos puntos del mundo está llevando a los gobiernos a reimponer impopulares restricciones a la vida social, los desplazamientos y los negocios.
En una golpeada Europa, que supera los 337.000 fallecidos y 14,6 millones de casos según un recuento de AFP, el primer ministro británico Boris Johnson, que contrajo el covid-19 en abril, dijo el lunes que gozaba de “buena salud” tras haber decidido aislarse por haber estado en contacto con una persona que dio positivo por coronavirus.
El Reino Unido es uno de los países más afectados por la pandemia en el mundo con casi 52.000 fallecidos y más de 1,3 millones de contagiados.
En Alemania, donde la segunda ola de la pandemia también tiene un alto impacto, la canciller Angela Merkel apostaba el lunes por reforzar las medidas, incluido el uso de mascarilla obligatorio en las escuelas y la reducción del tamaño de las clases.
El gobierno contempla ahora restringir los contactos sociales y limitarlos a los “miembros del hogar y a un máximo de dos personas de otro”, de acuerdo con una propuesta de la oficina de Merkel que será presentada este lunes a los líderes regionales.
Alemania impuso un confinamiento parcial en noviembre, y aunque la semana pasada se vieron las “primeras señales” de mejora, “el número de contagios es aún demasiado alto”, según las autoridades.
En Francia, que está reconfinada desde hace más de dos semanas, el ministro de salud Olivier Veran advirtió que, si bien las estrictas medidas habían reducido la velocidad de los contagios, “no hemos ganado al virus todavía”.
Espiral de casos en EEUU
América Latina y el Caribe, que suma ya algo más de 12 millones de contagios y más de 424.000 fallecidos, es la región con más muertes del mundo, según un recuento de AFP.
Brasil, el segundo país del planeta por detrás de Estados Unidos en número de decesos (165.658), celebró elecciones municipales el domingo, después de que fueran aplazadas seis semanas debido a la pandemia.
Por su parte, Estados Unidos, no muestra ninguna señal de mejora después de registrar un millón de casos en menos de una semana, elevando el total a más de 11 millones de contagios.
Este rebrote hace tambalear al país, el más enlutado del mundo con cerca de 250.000 muertos, donde ciudades y estados imponen nuevas medidas y los expertos advierten sobre las reuniones familiares en vísperas de las fiestas de Acción de Gracias.
Chicago, la tercera ciudad más grande del país, pidió a sus habitantes que no salgan de casa a partir del lunes, mientras Nueva York lucha para frenar una segunda ola.
El presidente Donald Trump, muy criticado por su respuesta a la pandemia, ha sido acusado de complicar aún más los esfuerzos al negarse a ceder y cooperar con el equipo de transición del presidente electo Joe Biden.
Brote en Australia
Las preocupaciones ante un resurgmiento del virus se ven también en otras partes del globo donde se creía haber controlado la pandemia.
En la ciudad australiana de Adelaida (al noroeste de Melbourne), que no había tenido ningún brote en siete meses, se detectó un nuevo foco de 17 casos vinculado a un hotel usado para poner en cuarentena a los viajeros que regresaban del extranjero.
Las autoridades suspendieron las conexiones aéreas internacionales con la ciudad, mientras otros estados vecinos impusieron nuevas medidas para quienes viajan procedentes del sur del país.
Y en Hong Kong, el gobierno limitará desde el lunes el número de personas en bares y restaurantes para evitar un rebrote de casos.
La frágil y cambiante situación no ha impedido que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, se mostrara este lunes “muy muy confiado” en que habrá espectadores en los Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebrarán el próximo año tras haber sido pospuestos por la pandemia.
(*) AFP